Puerto Rico Incorporado




PUERTO RICO INCORPORADO
Por: Jorge I. Rodríguez Feliciano, J.D. M.B.A.
El autor es Presidente de Puertorriqueños Pro Unión Permanente Inc. 
e-mail: soyestadista@usa.com

“Yo creo que hemos sido culpables de una terrible injusticia contra los puertorriqueños en relación a nuestra ley de salarios y horas. Yo creo que nuestros acuerdos comerciales recíprocos han sido injustos con Puerto Rico. Yo creo que muchos otros pecados de omisión y acción los cuales pueden ser rastreados en este Congreso han contribuido a la crisis económica y social de los puertorriqueños. Algún día nosotros tendremos que responder por esos pecados.” (Congresista Fred Crawford Republicano por Michigan marzo 7, 1940) 

La anterior cita parece una profecía sobre lo que le pasaría al Congreso por su trato de segregación y desigualdad a los ciudadanos americanos de Puerto Rico. Setenta y siete años luego de estas palabras ante el Congreso, Puerto Rico y su economía llegaron al punto en que en que el trato de desigualdad y segregación se ha convertido en algo nocivo no solo para los que residimos en la isla sino también para la economía de los Estados Unidos. En Washington saben que el mantengo corporativo y la evasión contributiva de las corporaciones llegó al colmo con la sección 936 que nunca sacó a Puerto Rico de ser la zona más pobre con la economía más débil, ingreso per cápita más bajo y el desempleo más alto bajo la bandera Americana.

Luego de 119 años bajo la bandera Americana Puerto Rico tiene la oportunidad de ser incorporado en el desarrollo económico de los Estados Unidos como una jurisdicción doméstica bajo el Código de Rentas Internas Federal. Esto representa un cambio en la forma de hacer negocios y cobrar impuestos. El Presidente quiere que las corporaciones Americanas que operan en el extranjero regresen a territorio de los Estados Unidos para recuperar los empleos perdidos y los impuestos evadidos desde el extranjero. El plan Trump le hará más costosa a las corporaciones extranjeras su trato contributivo con el gobierno federal mientras baja las contribuciones a las corporaciones domésticas y a los ciudadanos americanos. Este cambio daría fin a más de un siglo de ser tratados como extranjeros para efectos de los planes económicos y contributivos de la nación.


Puerto Rico ha servido de plataforma para que corporaciones americanas generen riqueza usando nuestro territorio y mano de obra mientras recibían perdón contributivo por ser consideradas extranjeras. Esta política de protección a las corporaciones foráneas provocó la pérdida de miles de empleos que pasaron a manos extranjeras. Llegó el tiempo en que operar en Puerto Rico bajo un falso estatus de extranjero para evadir el pago de contribuciones federales se convirtió en un truco que no funciona. Trump y el Congreso impondrán un 20% de arancel a los productos extranjeros que entren a territorio de Estados Unidos. El costo contributivo de ser corporación foránea será ahora más perjudicial que el costo contributivo de ser corporación doméstica. Lo justo para Puerto Rico es participar incorporado como estado de la unión. Clasificar como extranjera las operaciones de una corporación americana operando en un territorio de Estados Unidos como lo es Puerto Rico cuya fuerza de trabajo está compuesta de ciudadanos Americanos es un fraude y una trampa a las aspiraciones de trato igual que merece cada puertorriqueño. Los empleos de los puertorriqueños no pueden estar condicionados a que el gobierno federal trate nuestras familias como extranjeros sin igualdad de derechos mientras las corporaciones hacen miles de millones de dólares de ganancia. El trato como extranjero atenta contra nuestro derecho a la estadidad. El plan para levantar a Puerto Rico tiene que ser con dignidad política, no con arreglos que dejen la indignidad colonial humillando a los que tenemos decencia y no la aceptamos.

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