LLEGAR A LA META
Por: Jorge Iván Rodríguez Feliciano, M.B.A, J.D.
La filosofía y marco de valores sobre los que se fundan
los Estados Unidos de América están definidos en la declaración de
independencia que da origen al nacimiento de la Constitución. El respeto a los
valores enmarcados en el Corpus Jures del país que somos, no puede estar
condicionado a la conveniencia de grupos de intereses para hacerlos valer a un
ciudadano americano que los reclama. La declaración de principios que da origen
a nuestro país afirma: “Sostenemos como
evidentes por sí mismas dichas verdades: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su
Creador de ciertos derechos inalienables; que entre éstos están la vida, la libertad
y la búsqueda de la felicidad. Que para garantizar estos derechos se instituyen
entre los hombres los gobiernos, que derivan sus poderes legítimos del
consentimiento de los gobernados; que cuando una forma de gobierno se hace
destructora de estos principios, el pueblo tiene el derecho a reformarla.”. Bajo
este criterio es que se tiene que evaluar el caso de la admisión de Puerto Rico
como estado de Estados Unidos de América.
Algunos pretenden usar la condición económica y
cultural de Puerto Rico como excusa para que nuestro pueblo continúe sin ser
incorporado como un estado de la unión. Entienden éstos, que las protecciones
de la Constitución Federal se otorgan de acuerdo de como esté económicamente quien
reclame esos derechos. Pretenden que bajo la condición de segregación política
e inferioridad económica del estatus territorial de Puerto Rico se alcancen
unos niveles superiores de desarrollo para luego ser incorporados como estado.
Esta condición inconstitucional que algunos se han autoimpuesto es una trampa para
impedir al pueblo llegar a la meta. El estatus territorial garantiza la continuidad
de la mediocridad y los bajos niveles de desarrollo para Puerto Rico, bajo ese
estatus es imposible lograr niveles superiores. La ausencia de representación
con voz y voto en el Congreso junto a la negación del derecho al voto por el presidente
de nuestro país son razón suficiente para que Puerto Rico luche ser incorporado
como un estado. No es aceptable que para tener igualdad de derechos se
establezcan condiciones que contradicen los principios bajo los cuales se fundan
los Estados Unidos.
El estatus territorial con el consentimiento de los
gobernados cesó en Puerto Rico desde que esa modalidad de segregación política
obtuvo 48.3% de los votos emitidos en el plebiscito de 1993. La mayoría del
pueblo no quiere continuar bajo la inferioridad del estatus territorial y lo ha
reiterado en los plebiscitos de 1993,1998, 2012 y 2017. La incorporación de Puerto Rico como el estado 51 ha sido
autorizada por los votos del pueblo en los plebiscitos del 2012 y 2017. Los
votos para la admisión hay que pelearlos en el Congreso. Es obligatorio que el
gobierno de Puerto Rico cumpla con el Artículo XIII de la Ley para la Descolonización que
establece: “Quedan Obligadas y autorizadas las Ramas Ejecutiva y Legislativa de
Puerto Rico para realizar las gestiones que considere necesarias e, igualmente,
asignar y utilizar todos los recursos que sean necesarios, para hacer valer y
dar cumplimiento a los propósitos de esta Ley y a la más inmediata
descolonización de Puerto Rico… incluyendo la más pronta implantación de los resultados.”
La sección 402 de la Ley PROMESA prohíbe restringir el derecho de los ciudadanos Americanos de Puerto Rico a determinar
un estatus político final.
Tenemos que hacer
justicia a los que se han marchado de Puerto Rico y a los que nos hemos quedado
luchando. Resolvamos el estatus y luego podremos levantarnos sobre los
escombros de 120 años segregacionismo e inferioridad política que traicionan
los principios sobre los cuales se fundan los Estados Unidos de América.
Tio Sam necesita re-MODELAR esta casa territorial para que logre mantenerse poblada y que cumpla con sus deberes y responsabilidades. La única forma del congreso y el gobierno federal conseguir esa meta es facilitando el proceso de convertir a Puerto Rico en estado de la unión. Si no lo hace la nación completa y sus constituyentes PAGARAN las consecuencias. Porque en la democracia americana el ultimo poder lo tiene el pueblo (We the people……) y ejerciendo ese ultimo empoderamiento dado por la constitución, el ciudadano decidirá donde finalmente vivirá en la nación para ejercer los derechos y disfrutar de todos los beneficios de esa ciudadanía.
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