PUERTO RICO NO ES UN PAÍS

By: Jorge I. Rodriguez Feliciano, Juris Doctor, M.B.A.

 

 “El voto es el instrumento más poderoso jamás concebido por el hombre para derribar la injusticia y destruir las terribles paredes que encarcelan a hombres por ser diferentes de otros hombres. Un hombre sin un voto es un hombre sin protección”.

La anterior cita del presidente Lyndon Baines Johnson hace evidente la importancia del derecho al voto. En cualquier gobierno democrático, tener la ciudadanía del país transmite el derecho a elegir mediante el voto al gobierno que tomará las decisiones. Ese empoderamiento al ciudadano para dar, mediante el voto, consentimiento a los gobernantes no se manifiesta plenamente en el caso de los residentes de Puerto Rico. Los ciudadanos americanos que residimos en la isla no tenemos participación con voto en la elección del Congreso federal que aprueba las leyes que nos corresponde obedecer. De igual forma, bajo las condiciones de segregación política que se encuentra el territorio americano de Puerto Rico no se permite votar en la elección del presidente que envía nuestros hijos a la guerra y nomina a los jueces federales que deciden sobre la libertad y la vida de los puertorriqueños. Desde 1898, las mujeres de Puerto Rico han parido sobre 250,000 soldados que han servido al ejército de nuestro país. Esas madres y sus hijos que han expuesto sus vidas por defender la democracia y la bandera americana no tienen derecho a votar por nuestro presidente.

Una antorcha con fuego lanzada contra una biblioteca no equipara en daño que se ocasiona a un ciudadano al cual se le impide ejercer su derecho al voto. Los derechos ciudadanos emanan de la ciudadanía que se establece en la Constitución del país. Aunque a diario que se hace referencia a nuestra isla como si fuera un país, la verdad es que Puerto Rico es un territorio del país Estados Unidos de América hace 120 años. Jurídica y políticamente, Puerto Rico por sí solo no es un país. Los puertorriqueños somos ciudadanos por nacimiento de nuestro país Estados Unidos de América.

La Constitución de nuestro país confiere a los estados el poder para elegir el presidente mediante un colegio electoral compuesto por compromisarios de cada estado con una delegación proporcional a la población de cada estado. Esta forma de elegir preserva el poder soberano de cada estado para la elección del presidente y ocasiona que los ciudadanos americanos de Puerto Rico no puedan participar en la votación presidencial por Puerto Rico no ser un estado. La participación de Puerto Rico en la selección del presidente de nuestro país está limitada a la celebración de primarias entre los precandidatos de los partidos republicanos y demócratas. Además, se envía a una delegación republicana y a una demócrata para que emitan el voto de nuestra isla para seleccionar el candidato oficial de cada partido nacional para las elecciones. En ese proceso participamos igual que los estados del país, pero el día de las elecciones no podemos votar por el presidente.

Abraham Lincoln dijo que una papeleta de voto es más fuerte que una bala de fusil. Corresponde al pueblo de Puerto Rico poner la presión necesaria para que se radique en el Senado y la Cámara de Representantes federales el proyecto que haga cumplir el mandato de los votos del pueblo de Puerto Rico, que ha dicho que no quiere continuar bajo el estatus de segregación política e inferioridad económica que nos afecta y desea elevar a Puerto Rico al nivel de poderes de un estado de la unión. De esta forma se lograrán las condiciones para una verdadera democracia y un estatus de dignidad política para todos los puertorriqueños.

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