LO QUE NO SE RENUNCIA
POR: Jorge I. Rodríguez Feliciano, M.B.A.; Juris Doctor
Los acontecimientos tras la
revelación pública de las conversaciones en el grupo Telegram del círculo
cerrado del gobernador han puesto al descubierto la falta de madures, insensibilidad
e imprudencia de Ricky cuando pensaba que el pueblo no se enteraría de lo que comentaba.
Nuestro pueblo ha visto con coraje, decepción, pena, indignación y sufrimiento
este desafortunado capitulo sin precedente en nuestra historia. La oportunidad
de oro dada al hijo de un gobernador que alcanza a ser electo a la silla de la
Fortaleza respaldado por el apellido de su padre ha sido arruinada por Ricky
mismo. La pérdida de credibilidad y simpatía sufrida por Ricky Rosselló lo ha
puesto bajo una inmisericorde presión publica que le obligará a renunciar a la presidencia
del Partido Nuevo Progresista, la candidatura a la gobernación en el 2020 y posiblemente
su puesto. Ricky fue el peor enemigo de su gobernación.
Nuestro pueblo ha visto
como al igual que durante la campaña para echar fuera la Marina de Vieques que ocasionó
el cierre de la Base Naval Roosevelt Roads y la pérdida estimada de mil
millones de dólares anuales a la economía; los grupos izquierdistas aparecen
para liderar las protestas. Personas que de buena fe consideran que echar fuera
del cargo de gobernador a Ricky ayudaría a Puerto Rico se han puesto a la retaguardia
de protestas lideradas por socialistas, liberales y ultra feministas que les
molesta las malas palabras de Ricky pero no le molestan las canciones
denigrantes contra la mujer que cantan Bad Bonny y René Calle 13. Son los
grupos promotores del separatismo y los enfermos de odio antiamericano los que
toman el protagonismo con sus líderes Carmen Yulín, Alexandra Lúgaro, el
activista homosexual Ricky Martín y otros que se han dedicado a empujar la
separación de nuestro pueblo de la unión que forma nuestro país los Estados
Unidos de América. Los que promueven el embuste de que Puerto Rico es un país están
pescando en rio revuelto. Para esto
tienen el respaldo de medios de comunicación que promueven el separatismo y el
nacionalismo xenofóbico que pretende presentar al puertorriqueño como cosa
separada de los Estados Unidos. El mensaje subliminal de estos medios es que
para ser puertorriqueños no puedes apoyar la bandera americana ni tu identidad
como nacional de los Estados Unidos. La verdad es que en Puerto Rico se nace
ciudadano americano y eso no anula nuestra puertorriqueñidad.
Hay que tener cuidado de no
caer en el engaño de los separatistas que quieren convertir a Puerto Rico en
una república socialista manipulando las emociones del pueblo. Este pueblo tiene derecho a protestar, pero
no debe dejarse guiar de personajes que tienen otra agenda. Detrás del
vandalismo y toda la expresión de los enfermos de odios antiamericano que
lideran la revolución separatista en la calle se procura terminar nuestra identidad
americana. Dejemos que sean las autoridades federales quienes lleven a la
cárcel la ganga de ladrones rojos, azules y verdes que han abusado del pueblo.
Puerto Rico debe marchar defendiendo
los siguientes principios; Somos un pueblo que ama a Dios y pide su amparo. Como
nacionales de los Estados Unidos de América defenderemos siempre la bandera de
nuestro país, marchemos con la bandera de las franjas y las estrellas. Repudiamos
el socialismo y el separatismo. Nos oponemos al vandalismo y la destrucción de
nuestra identidad. Apoyamos al F.B.I. a la Policía de Puerto Rico y la Fiscalía
federal en la lucha anticorrupción. No apoyamos políticos pillos y farsantes. Exigimos la terminación el estatus de
segregación política bajo el cual está P.R. Reclamamos la admisión de P.R.
como estado 51. Esta debe ser nuestra respuesta a las expresiones del
presidente Donald Trump que está observando.
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